Bruce Olson es un misionero cristiano estadounidense de origen escandinavo mejor conocido por su trabajo para traer el cristianismo a los indígenas Motilones de Colombia y Venezuela. El libro autobiográfico de Olson Bruchko, del año 2006, ha vendido más de 300.000 copias en todo el mundo y está traducido a varios idiomas. Un periodista ha afirmado que el libro es una piedra de toque de la literatura misionera. En 1988 Olson obtuvo la ciudadanía colombiana.
Algunos antropólogos suecos habían acusado a Olson de destruir una tribu nativa y pidieron que él y otros misioneros y lingüistas cristianos fueran expulsados. Este escrutinio obligó al periodista sueco Andrés Küng a viajar hasta la selva colombiana para investigar y entrevistar personalmente a Olson. Los hallazgos de Küng se publicaron rápidamente en apoyo de Olson.
John Allen Chau, quien identificó a Olson como una importante fuente de inspiración, fue asesinado por la tribu Sentinelese aislada mientras intentaba convertirlos al cristianismo en 2018.
Poco después de llegar a Venezuela, Olson se enteró acerca de los Motilones, una tribu que vive en las fronteras de Venezuela y Colombia y que había aparecido en las noticias locales debido a los violentos enfrentamientos entre ellos y los empleados de las compañías petroleras que buscaban perforar pozos en sus tierras.
Olson recibió atención internacional cuando fue secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) el 24 de octubre de 1988. El ELN lo procesó en la justicia revolucionaria y lo declaró culpable de haber explotado a los Motilones. Fue sentenciado a muerte y se planeó su posterior ejecución. El 6 de julio de 1989 el ELN dijo a los medios de comunicación:
“El señor Bruce Olson ha incurrido deliberada e irresponsablemente en gravísimos delitos al desarrollar una actividad explotadora y colonizadora, diezmando un tercio de la población desde el año 1963 hasta 1970. Por la veracidad de los cargos formulados, lo consideramos culpable del delito contra la humanidad en los grupos indígenas Motilones colombianos, y en consecuencia lo condenamos a la pena de muerte.”
La periodista María Cristina Caballero publicó una serie de artículos en los que investigó personalmente los treinta años de permanencia de Olson con los Motilones y también entrevistó a muchos líderes indígenas. Después de diez meses de cautiverio, Olson fue liberado, en gran parte debido a la atención que despertaron los artículos de Caballero. El presidente de Colombia dijo más tarde sobre Olson: “Este es el primer hombre blanco defendido por las comunidades indígenas en nuestro país, en América Latina”.